Test de Autoevaluación

¿Cuánto sabe usted acerca de la sexualidad?

Responda a este cuestionario lo más sinceramente posible antes de ver las respuestas. No se preocupe si descubre que tiene crencias erróneas, significa que forma parte del 80 por ciento o más de la población, que carece de información sexual suficiente. Leer las respuestas contribuirá a completar sus conocimientos.


La sexualidad es una función:

  • Biológica.
  • Psicobiológica.
  • Biopsicosocial.
  • Biopsicosocial y espiritual.

Respuesta: La sexualidad es una función del ser humano que abarca todos sus aspectos.

Es biológica porque involucra el sistema nervioso, cardiovascular, respiratorio, hormonal y músculo esquelético, entre otros.

Es psicológica porque los sistemas nervioso y hormonal regulan el funcionamiento de las emociones de cada individuo, por lo cual la sexualidad es causa y efecto de los sentimientos de las personas.

Es social porque el medio ambiente en el cual una persona se ha desarrollado, la cultura, la religión y los mandatos familiares son elementos formadores de los conceptos que cada ser humano posee acerca de la sexualidad.

Es espiritual porque la sexualidad es un poderoso medio de comunicación entre dos personas que logra involucrar las cualidades más elevadas y refinadas de su alma, o por el contrario, los instintos más básicos de su ser.




Para un óptimo desempeño sexual es necesario:

  • Buen funcionamiento genital.
  • Conocer o tener experiencia sexual previa.
  • Ser joven.
  • Estar enamorado/a o sentirse muy atraído/a por la otra persona.

Respuesta: Ninguna de las condiciones anteriores garantiza un óptimo desempeño, ya que el cerebro y las emociones, que son los disparadores de la respuesta sexual, necesitan estar en sintonía con un buen estado de salud para que el cuerpo responda al estímulo emocional y, ambos estar asociados a un estado de seguridad y vulnerabilidad simultáneas.
El estrés suele ser el mayor obstáculo para la sexualidad y aparece en personas sanas y con experiencia sexual. El cuadro denominado "ansiedad por el propio desempeño" frente a la otra persona es generador de estrés y se presenta a cualquier edad, tanto más cuánto mayor es el interés que una persona tiene respecto de la otra.
Los estudios demuestran que por lo general, el conocimiento personal y la confianza compartida entre los miembros de una pareja, previamente al contacto sexual, disminuye en gran medida los efectos del estrés y favorece un desempeño sexual más natural y espontáneo.




¿Quién enseña a quién en la pareja?

  • El hombre generalmente.
  • El que tenga más experiencia de ambos.
  • La mujer.
  • Un/a amigo/a con mayor experiencia.

Respuesta:Cada persona es única y no hay manera de llegar a su intimidad, copiando lo que sienten otras personas. Tanto en una pareja sin experiencia como en otra que la posee, el encuentro íntimo es como un viaje de descubrimiento en el cual ambos son al mismo tiempo el que guía y el que es guiado. Este viaje, realizado entre personas comprometidas con el bienestar psicofísico y espiritual de su compañero, al tiempo que se permiten compartir una buena comunicación, permite disfrutar de encuentros muy placenteros, más allá de que se cumplan todas las etapas de la respuesta sexual.
Con el tiempo, mutuamente compartido, la información obtenida en libros, en sitios web educativos o en una charla de orientación con un especialista en sexología, los inconvenientes se van solucionando y se puede llegar a disfrutar una sexualidad plena, a cualquier edad.




¿Por qué en algunas parejas hay diferencia entre el interés sexual (libido) de uno y otro?

  • Porque las mujeres sienten menos deseo que los hombres.
  • Porque el interés disminuye con el tiempo o ya no se quieren.
  • Porque otras ocupaciones que se consideran prioritarias, acaparan la energía, como el trabajo, la crianza de los hijos o actividades sociales o familiares.
  • Porque existe un problema de salud en uno de ellos o es el efecto secundario de algún medicamento.

Respuesta: La libido, en sus aspectos biológicos, depende de una hormona llamada Testosterona producida en los testículos masculinos y en las glándulas suprarrenales en las mujeres. Cuando esta hormona desciende por debajo de los niveles normales, debido a algún problema de salud, puede haber una disminución del interés o deseo sexual. Existen también medicamentos cuyo efecto secundario es la disminución de la libido.
Sin embargo, la misma tiene también componentes de orden constitucional, psicológico y conductual. Las personas poseen un nivel personal de libido, que es totalmente normal, pero que comparado con el de su pareja, puede parecer escaso o por el contrario, excesivo. Es así que muchas parejas consultan por incompatibilidad en esta cuestión, sin que esta diferencia individual signifique nada patológico ni tampoco un problema de motivación o desinterés hacia la pareja.
Debe tenerse en cuenta, no obstante, que las preocupaciones de la vida cotidiana, el estrés y la dificultad que tienen muchas personas para administrar internamente su propia energía dirigida a sus variados intereses, pueden ser causa de Inhibición o Disminución del Deseo Sexual.
Esta situación es completamente reversible, ya que existen variados tratamientos que mejoran drásticamente esta condición y logran que la pareja pueda alcanzar un estado de armonía y plenitud.




Tener varios problemas sexuales simultáneamente significa:

  • Padecer un grave problema de salud.
  • Tener problemas psicológicos importantes.
  • Falta de experiencia o fobia sexual.
  • Ser homosexual sin saberlo.

Respuesta: La Respuesta Sexual está constituída por una cadena de eventos consecutivos y relacionados cada uno con el siguiente. A su vez, cada uno de ellos ejerce influencia sobre el anterior, sobre la autoestima, sobre los sentimientos acerca de uno mismo y acerca del compañero, que impactan la memoria y la condicionan para el siguiente encuentro. Sucede con frecuencia que si una persona no obtiene satisfacción de sus encuentros sexuales, comienza a presentar Inhibición del Deseo y después de un tiempo continúa con dificultad eréctil y/o eyaculatoria, en los hombres o con trastornos en el orgasmo y en la excitación sexual en las mujeres. A veces la disfunción que aparece primero en una persona, aparece última en otra, cambia el orden de la secuencia de las disfunciones.
Esto significa que padecer una o varias disfunciones sexuales no depende de la mayor o menor gravedad de la causa sino del tiempo que ha transcurrido sin buscar la solución al problema que, de haberse atendido en su inicio, no hubiera derivado en un trastorno múltiple.




¿Existe una frecuencia de relaciones sexuales considerada normal a determinadas edades?

  • No

Respuesta: En una época se creía que existía una frecuencia que se consideraba normal o típica para cada edad (especialmente en base a estudios realizados en USA por Masters y Johnson en la segunda mitad del siglo XX), pero a medida que se obtienen los resultados de investigaciones actualizadas y especialmente en las encuestas a poblaciones de diferentes edades y niveles socioculturales realizadas en diferentes países, se sabe que la frecuencia sexual depende no solamente de la edad sino de muchas otras variables que la determinan y condicionan. Es así que la misma varía según la pareja sea estable ú ocasional, depende del grado de importancia que una pareja le asigna a la sexualidad en sus vidas, del estrés ambiental, de si están transitando la etapa de crianza de sus hijos o no, de la buena o mala relación emocional entre los miembros de la pareja, de la condición física y estado de salud de cada uno y hasta del clima del país en que viven. Lo importante es el acuerdo entre los miembros de una pareja para que ambos puedan sentirse satisfechos.




¿Cuándo se dice que una persona es frígida o impotente?

  • Cuando la mujer no llega al clímax y cuando el varón no tiene erecciones.
  • Cuando la mujer no logra excitarse y cuando el varón no logra la penetración.
  • Cuando tanto la mujer como el varón carecen de deseo sexual.
  • Cuando la mujer o el varón refieren tener temor al contacto sexual.

Respuesta: Hace años se hablaba de frigidez o de impotencia cuando la mujer no podía tener satisfacción sexual orgásmica, especialmente durante la penetración y cuando el varón padecía de falta o insuficiente rigidez como para poder realizar la penetración genital; también se hablaba de impotencia en el caso de eyaculaciones prematuras, antes de la penetración. En general eran disfunciones que se prolongaban en el tiempo y difícilmente se trataban.
Ambas situaciones, que poseían nombres descalificadores y estigmatizantes, provocaban en las personas un gran sentimiento de incapacidad, que muchas veces derivaba en depresiones graves y la disolución de las parejas. A la luz del conocimiento actual podemos entender que personas que comenzaban con algún síntoma sexual, al considerarse sin remedio, fácilmente derivaban en otra disfunción y luego en otra, llegando a comprometerse la respuesta sexual en su totalidad y muchas veces su salud psicofísica.
Actualmente no existe ningún síntoma sexual o disfunción al que podamos denominar impotencia o frigidez. En primer lugar porque la moderna Sexología Clínica cuenta con tratamientos que permiten corregir en unas cuantas consultas el problema y, fundamentalmente, porque las personas que consultan aprenden recursos que les permiten disfrutar y hacer disfrutar a su pareja aún cuando el síntoma no ha remitido totalmente por no haber finalizado el tratamiento.




¿Existen Disfunciones Sexuales incurables?

  • No

Respuesta: En general la mayor parte de las Disfunciones Sexuales tienen solución al cabo de un tratamiento breve, (7 a 8 consultas como promedio). No obstante debemos considerar las causas de las mismas para poder realizar un pronóstico. La mayoría de las veces el origen de la Disfunción es un medicamento que el paciente está consumiendo, un trastorno hormonal que requiere medicación, un conflicto con la pareja que puede solucionarse con un tratamiento psicosexológico o una fobia que puede desaparecer con el medicamento adecuado y técnicas cognitivo-comportamentales específicas.
Otros casos tienen que ver con déficit de información y tabúes incorporados en el proceso de crecimiento, que se manifiestan como disfunción individual o de la pareja; estos son trastornos de la sexualidad que constituyen la mayor parte de las consultas diarias y que encuentran solución tras pocas entrevistas.
Existen, sin embargo, enfermedades crónicas severas como Diabetes avanzada, Insuficiencia Renal crónica, enfermedades respiratorias y cardiovasculares y secuelas de accidentes o cirugías mayores en la pelvis, en el sistema nervioso o en el aparato locomotor entre otros casos, que afectan varios aspectos de la función sexual.
Aún en estos casos y pese al serio compromiso con la salud y la calidad de vida de la persona, estas situaciones no llegan a comprometer a la sexualidad toda. En este tipo de situaciones, se realizan tratamientos específicos con el objeto de recuperar y rehabilitar al/la paciente para que pueda apropiarse de los aspectos de su sexualidad que no están dañados y que son indispensables para que pueda sentir que vive una vida más activa y plena. Existen muchas personas que disfrutan junto a sus parejas de una sexualidad diferente, aunque muy placentera.




¿Por qué, con ciertas personas con las que existe mayor química que con otras, no resulta posible desarrollar una relación de pareja y, en cambio se despiertan sentimientos amorosos con personas con las cuales la sexualidad no resulta tan explosiva?

  • Porque uno/a tiene temor a la infidelidad.
  • Porque los opuestos se atraen.
  • Porque con el tiempo la pasión se transforma en rutina y desaparece el interés.
  • Porque una sexualidad tan fogosa da miedo y uno/a se agota.

Respuesta: La atracción sexual o "química" es solamente uno de los factores que las personas tienen en cuenta en el momento de elegir un/a compañero/a. Está condicionada por mecanismos del sistema nervioso central relacionados con la memoria temprana. Son los llamados "mapas del amor", postulados por John Money hace más de 30 años, según quien, los primeros recuerdos afectivos del ser humano, condicionan sus elecciones amorosas futuras.
Con el crecimiento del individuo, surgen los valores internos y cualidades exteriores que se incorporan a niveles emocionales e intelectuales conformando el perfil deseado para quien llegue a ser su compañero/a. Muchas veces sucede que la atracción física primera se produce con una persona que no posee las otras condiciones del perfil internalizado y si bien existe una fuerte química, las diferencias de personalidad y el diferente grado de compromiso entre ambos, determinan la interrupción de la relación. Es decir, existe solamente atracción fisica entre estas personas pero no alcanza para unir a dos personas que requieren además un "pegamento" con características emocionales, éticas, espirituales, etc.
Por el contrario, dos personas, compatibles en la mayor parte de las áreas de su personalidad, pueden no contar con un grado de irresistible atracción física, muchas veces porque las cualidades elegidas y valoradas no son coincidentes con una persona con la tipología física que les atrae tanto.
Los pacientes suelen decir que les gustaría "armar una persona con las cualidades personales de una y las características físicas de otra". Existen casos afortunadamente, en los cuales los miembros de una pareja refieren haber encontrado a su perfecto/a compañero/a en todo sentido.




¿Qué es una fobia sexual?

  • El miedo a la penetración.
  • Una sensación de asco o desagrado a tocar o ser tocado sexualmente.
  • La sensación de peligro al tener contacto genital.
  • La indiferencia y evitación respecto de cualquier intento de contacto con intenciones amorosas.

Respuesta: Una fobia se define como una reacción incontrolable que procura evitar una situación que se siente como terriblemente peligrosa, aunque ésta, en verdad, no llegue nunca a producirse. Las fobias sexuales no siempre tienen origen en el miedo a la sexualidad, sino que se manifiestan de este modo, por el grado de exposición y vulnerabilidad que se siente en un encuentro sexual y que no puede ser tolerado por la persona que la padece. Por lo general, el miedo real es a perder el control y se asocia a otras fobias como a volar, a tragar píldoras o a encontrarse en lugares cerrados (claustrofobia).
En otros casos, el miedo al encuentro genital es el síntoma real y puede estar causado por múltiples factores, desde la presencia de creencias sobre la sexualidad que asustan a la persona hasta el recuerdo de una situación verdadera de agresión sexual.
Puede aparecer en mujeres y en varones por igual, los cuales tardan años en consultar por vergüenza, por desconfianza hacia el profesional y por miedo al cambio, que les resulta más atemorizante que la propia fobia.
Los tratamientos incluyen medicamentos, información y técnicas cognitivo-comportamentales que permiten eliminar la fobia en pocas semanas.